El verano. Esa maravillosa época del año en la que conseguimos que nuestro color de piel moreno folio se convierta en ese tono dorado tan deseado. Todo pinta bien en tan ansiado objetivo pero nada más lejos de la realidad, tu piel sufre. Y como no vamos a vivir debajo de una sombrilla durante 3 meses, te vamos a hacer conocedor de los 6 puntos que debe saber sobre la protección solar y la exposición al sol.
- ¿Sabes por qué la piel se pone morena bajo el sol? Es un ‘efecto aviso‘. Tu piel se comunica contigo, sabe que algo le está afectando y te lo está contando. Además, tiene memoria. Si se quema, te lo echará en cara toda la vida.
- Los rayos ultravioletas (UVA, UVB) son los responsables del bronceado. Pero no solo de eso, también producen los cambios celulares de la piel que provocan el cáncer.
- El número del factor de protección hace referencia, después de unos determinados cálculos, a los minutos que tu piel está protegida. Pero todo esto sería totalmente válido si aplicáramos en nuestra piel la capa de crema correspondiente (y que nunca hacemos por sentido del ridículo). Por lo tanto, lo más recomendable es renovarla cada 2 horas y después de cada baño.
- Que sí, que hace años tus padres o tus abuelos no utilizaban tanta crema y ahí están tan felices y estupendos. Te vamos a contar algo, hace años el sol no era tan agresivo, la capa de ozono nos protegía mucho mejor de todos sus rayos ultravioleta. Ahora, gracias a la contaminación y al agujero que se encuentra sobre nuestras cabezas y que va creciendo, todos esos rayos inciden mucho más sobre la tierra.
- A la sombra y en los días nublados, también te quemas. ¿En serio tenemos que recordarte esto? Seguro que no eres el primero que alguna vez pensó: “Buah, hoy no me echo crema, está nublado y no hay sol.” Y al día siguiente era un cangrejito. Lo mismo pasa bajo la sombrilla, los rayos del sol se reflejan en la arena.
- El sol acelera el proceso de envejecimiento de la piel. Uy, suena fuerte, ¿verdad? Pues así es, la excusa de “es bueno tomar un poco de sol” se queda en los Los rayos inciden sobre las células de la piel, afectando negativamente a la cadena de ADN. A partir de ahí, las células producen menos colágeno y elástica, lo que provoca el envejecimiento de la piel. Y no te olvides de las manchas, la hiperpigmentación producida por el sol es casi imposible de eliminar.
Ahora que ya has aumentado tus conocimientos acerca del sol, en tus manos queda el saber disfrutar de él con cabeza. No conviertas un verano estupendo, en algo fatídico. ¡Avisados estáis!