“Vitalidad, valentía, entusiasmo, humor, intensidad y, al mismo tiempo, el gusto por lo secreto, un aspecto arisco, una pizca de salvajismo y, por encima de todo, algo vibrante”– así son las cualidades que buscaba Françoise Truffaut en los protagonistas de sus películas. Estas mismas cualidades pueden reflejarse en las ilustraciones que componen ‘813’, el libro de Paula Bonet en homenaje a la vida y obra del cineasta francés.
La autora sabe conjugar muy bien narración e ilustración para aportar a su obra de una visión más completa: los textos narran los hechos y las imágenes dotan de emociones y sentimientos a sus personajes en el entorno que les rodea. Así, intenta transmitirnos su gran admiración por la biografía y filmografía de Truffaut, “por su manera de ver el mundo y todo aquello que le angustiaba o sobrecogía y que supo transformar en arte”.
‘813’ nos revela como François Truffaut está presente de manera autobiográfica en su obra y cómo forma triángulos en sus relaciones de la vida real y las películas, de tal manera que llega un punto en el que ficción y realidad confunden al espectador. En paralelo, tiene mucho en común con la obra de la propia ilustradora donde el retrato, sobre todo de mujer, habla un poco de sí misma: “Es una de las cosas que tengo en común con Truffaut, él utilizaba la autobiografía como vehículo para hablar de algunos temas, la excusa para llegar más allá”– admite la valenciana.
Como las puntas de un triángulo, la obra de Bonet reduce la filmografía de Truffaut en tres películas: ‘Jules y Jim’, ‘La piel suave’ y ‘La mujer de al lado’. Ambas contienen los denominados ‘vasos comunicantes’ a los que se refiere en ‘813’, donde hechos y situaciones vuelven a repetirse en sus obra. A pesar de querer seguir con la estructura triangular, nos admite que le ha resultado muy difícil reducir todo su universo a tres películas.
En OldTown, nos preguntamos si la primera película que vio de François Truffaut fue amor a primera vista con su cine francés. Ella nos contesta que sí: “Fahrenheit 451 pudo ser amor a primera vista, no sólo había un hombre muy sensible detrás de la historia sino también un hombre muy valiente. En los años 60, hacer una película futurista era un poco arriesgado, y seguramente no podría envejecer muy bien estéticamente”– aunque advertimos que no aparece en ‘813’.
En tan corta vida de la obra de la artista podemos percibir una gran diferencia entre ‘Qué hacer cuando en la pantalla aparece THE END’ y ‘813’ en sus ilustraciones. Nos revela que ahora mismo se siente más cómoda con las imágenes de ‘813’, aunque ambas creaciones forman parte de su persona: “En este libro tenía claro que tenía que huir del preciosismo del ‘The End’, tenía que ser muy fiel al discurso de Truffaut. He intentado traducir su manera de narrar y sus imágenes en movimiento con diálogos a imágenes estáticas con un hilo argumental. También, he intentado que sean mas fieles a las imágenes de sus primeras películas, con muy poco presupuesto, con unas cámaras que no le permitían conseguir buenas grabaciones y con una luz muy dura. Estas imágenes son más duras, concretas y definidas que las del ‘The End’”.
Apreciamos que según transcurre la obra desde la primera parte con la biografía de François Truffaut a la segunda con la filmografía del cineasta, las imágenes van coloreándose por películas. Ella nos explica que en un principio quería que fuera en blanco y negro todo el libro, sobre todo eran así sus películas autobiográficas por eso la primera parte si que la ha respetado. “La segunda parte sí que tenía mis reparos, no tenía claro si hacerlo o no, pero vi que al final el libro tomó un punto didáctico y me pareció acertado teñir a cada película de un color”-además añade que esta exposición por colores funcionó muy bien en Las Naves de Valencia.
No podemos dejar de admirar la caligrafía de Bonet realizada con plumilla que acompaña a las ilustraciones y nos surge la pregunta de cómo y cuándo comenzó su interés por escribir: “Me atreví hace dos años cuando empecé ‘The End’, porque sabía que era un libro que nadie me iba a obligar a publicar con texto. Hice los textos sabiendo que en el momento de publicar yo no estaba satisfecha, no los publicaríamos”.
Empezó a explorar el mundo editorial un poco antes, en 2011 colaboró con sus ilustraciones en el libro infantil ‘Léeme’, publicado por Andana. “He intentado publicar varias veces a lo largo de los últimos años y siempre me devolvían los proyectos”–confiesa la ilustradora y añade- “y desde que empecé a dibujar y me iba mejor, pareció que todo cambió ¿no? Creo que es normal cuando ya tienes un público que se acerque una editorial y te proponga publicar un libro”.
Lo único que hemos podido averiguar de su próximo libro es que será un proyecto propio que no verá la luz hasta finales de 2016 y principios de 2017.
Después de nuestra entrevista en la librería TopBooks (Madrid) donde tenía lugar la firma de libros de ‘813’, debe coger el AVE para ir a su cuidad. La semana siguiente viajará a México y después continuará sus presentaciones en España. Paula Bonet se ha convertido en una ilustradora de reconocido prestigio y proyección internacional. En palabras de Truffaut, ha sabido ganarse al público con su obra: “dándole la ilusión del amor, satisfaciéndolo, aliviándolo, pero negándole la boca”.