Qué difícil es resistirse a un nuevo largometraje de Pixar… Hace unos días, se estrenaba Inside Out -traducida como Del Revés en España-, la nueva joya dirigida por Pete Docter, el encargado de emocionar al mundo con Up. Como fans incondicionales de Pixar, nos equipamos de palomitas y refrescos, y nos sentamos en nuestras butacas para dejarnos llevar por las voces de nuestra cabeza. Tras una hora y media de risas, ternura y alguna que otra lágrima, estas son las razones por las que creemos que todo el mundo debería ver Del Revés.
1. Representa nuestra cabeza de una forma original y colorida
El cerebro es la máquina más compleja que poseemos, y son muchos los misterios que rodean su funcionamiento. Pixar ha dotado todos estos procesos de explicaciones sencillas y escenarios llenos de formas y colores que nos ayudan a entender cómo funcionamos.
2. Trata la depresión como una fase, no una condena
La ansiedad, la depresión o la apatía son problemas que afectan a una gran parte de la sociedad moderna. Son temas delicados, que cada persona vive de forma diferente. Del Revés consigue explicarla de una forma sencilla y, a la vez, respetuosa. No estigmatiza la enfermedad, sino que la muestra como un reto que se puede superar.
3. Explica la importancia de la tristeza
A menudo, cuando estamos tristes, nos llueven los comentarios de “¡Anímate! Venga, saca una sonrisa”. Sin embargo, la tristeza es necesaria. En 94 minutos, Pixar consigue mostrarnos cómo estar triste no es algo malo, sino algo necesario en algunos momentos. Sin conocer la tristeza, no podríamos valorar la alegría.
4. Nos transporta a nuestra infancia
Durante toda la película, las referencias a la importancia de los recuerdos son constantes. De modo que es inevitable sentirse un tanto nostálgico al entender el poder de los recuerdos de la infancia, los momentos en familia o lo bien que sienta reírse con ganas. Asúmelo: vas a llorar.
5. El corto de Lava
Vale, no es exactamente parte de la película, pero el corto emitido antes de comenzarla merece una mención. Se titula Lava y cuenta la historia de un volcán que quería alguien a quien amar.
A diferencia de otros cortos de Pixar que suelen jugar con la narrativa visual, Lava narra la historia con un ukelele y dos voces. No haremos spoilers, pero durante los cinco minutos que dura, el silencio de la sala fue demoledor y no dudamos que se escapara alguna que otra lagrima.
En definitiva, Pixar lo ha vuelto a hacer: ha logrado crear una película para niños con un mensaje igual de importante para los adultos. Y ahora, podemos poner cara a esas voces que suenan dentro de nuestras cabezas.
