Nefertiti es, con permiso de Cleopatra, la egipcia más famosa de todos los tiempos. Parte de su fama le viene gracias a su belleza inmortalizada para la eternidad, en el conocido busto que se puede contemplar en el Neues Museum de Berlín.
A pesar de ponerle cara, el cuerpo de Nefertiti nunca ha sido encontrado. Es sin duda, uno de los grandes misterios de la egiptología moderna y está cada vez más cerca de resolverse.
Hace unas semanas se han conocido las conclusiones de un estudio capitaneado por el japonés Hirokatsu Watanabe en las que se afirma que tras las paredes de la tumba del faraón Tutankamon hay dos cámaras desconocidas hasta ahora y que posiblemente se correspondan con tumbas de la familia real. Los amantes del Antiguo Egipto están de enhorabuena, pero ¿qué tiene que ver la tumba de Tutankamón con Nefertirti?
Nefertiti era la madrastra de Tutankamón. Era la primera esposa de Akenatón, que ha pasado a la historia por ser el faraón que instauró el monoteísmo en el antiguo egipcio, y que solo tuvo hijas con Nefertiti. Para continuar con su estirpe y conseguir un hijo varón, Akenatón se casó con su hermana y de esta unión nació el archiconocido Tutankamón.
Durante el reinado de Akenatón, Nefertiti ostentó el título de corregente, es decir estaba casi a la misma altura que su marido, algo insólito hasta la fecha. Tras la muerte del faraón hay quien sostiene que Nefertiti se cambió el nombre y dirigió Egipto como faraona hasta que subió al trono Tutankamón. Tras ello, se pierde su pista y se desconoce la fecha de su muerte.
La tumba de Tutankamón, fue descubierta en 1922 por Howards Carter en El Valle de los Reyes, intacta y llena de tesoros convirtiendo al faraón niño en la mayor celebridad del antiguo Egipcio en nuestros días. Hasta ahora. Muchos egiptólogos esperan que la cámara oculta guarde el cuerpo embalsamado de Nefertiti y a su alrededor el ajuar y los tesoros dignos de una reina, que mucho antes de Clepatra, dominó Egipto.
Sin embargo, otros científicos afirman que la momia de Nefertiti ya ha sido encontrada pero se encuentra en un museo de Egipto a la espera de ser identificada al 100%.
El culebrón está servido, y en un mundo en el que pensábamos que todo estaba descubierto, el posible hallazgo de la Gran Reina egipcia nos regala esa misma emoción que debieron de sentir