No hace mucho veíamos como el cine X de la Corredera Baja de San Pablo se convertía en un supermercado más de la cadena Día, también cambió de negocio el de la calle Postas. Ahora le llegó el turno a la última sala X que queda en Madrid: este fin de semana echó el cierre el Cine Alba, situado próximo al metro Tirso de Molina.
Con la llegada de los videocasetes e Internet, los espectadores de este género buscaron un ambiente más íntimo y privado. Y lo que hace una década era un negocio de ingresos se convirtió en el consumo de unos pocos, sobre todo del encuentro de personas anónimas y de curiosos.
Mas allá de hablar del contenido sexual de sus proyecciones y de las historias eróticas que envuelven la sala, hablaremos de su historia: el cine Alba, como el resto de las salas X, se pasó al porno con el boom de los ochenta. Pilar Miró con la ley que llevaba su nombre, hizo que el cine español se desnudara de cara a sus espectadores en la gran pantalla.
El cine Alba eligió la antigua imprenta del diario ‘Imparcial’ para proyectar sus películas: desde la emisión de “Casablanca” en los cuarenta, pasó al erotismo de “Emmanuelle” en los 70 y poco después llegó Nacho Vidal y así, hasta nuestros días.
Desde los primeros años que el cine Alba proyectó contenido X, Rafael Sánchez y Luisa Martínez fueron los encargados de poner en funcionamiento la sala. Entre los que haceres de Rafael, se encargaba de darle un toque más simpático a la cartelería de la entrada dibujando los títulos de las películas a rotulador. Esta misma colección despertó el interés de los transeúntes que pasaban por sus puertas y hoy podemos encontrarla en librerías bajo el nombre de Cartelex y Porterx. Luisa, la taquillera del cine, pasó hasta los últimos días previos a la jubilación recibiendo a sus visitantes.
Ambos ponían un toque familiar al negocio, un gesto que les valió para dotar de corazón al porno y llevar su historia a la gran pantalla a través del documental ‘Paradiso’. Nombre inspirado en la película favorita del operador cinematográfico: ‘Cinema Paradiso’.
Lejos de la frialdad de una Sala X, el cine Alba cobra la vida de una época y hoy cierra sus puertas después de medio siglo.