El pasado viernes 20 de diciembre quedará guardado en nuestra retina para siempre. Para un servidor que escribe estas líneas y para las 4.000 almas que nos congregábamos en el Pabellón 5 de Ifema será nuestro regalo de navidades, la puerta dorada a estas fechas tan señaladas.
Y es que Iván Ferreiro y Zahara decidieron unir sus caminos para este momento juntando a sus dos bandas en la última fecha del año, finalizando Iván su gira que comenzó en 2016 con su último trabajo Casa. Un momento emocionante, que según ellos no se repetirá, con esa magia que sólo ellos podían crear mezclando su talento y compartiéndolo con el resto de artistas que aquella noche pasaban por allí.

Iván Ferreiro y Zahara. Foto: Patricia Martín

Iván Ferreiro y Zahara. Foto: Patricia Martín

Iván Ferreiro y Zahara. Foto: Patricia Martín
El line up de la noche era espectacular. Una maravilla ver a Iván y Zahara acompañados una vez más por todos sus músicos, juntos y revueltos, alternándose entre canción y canción: Martí Perarnau IV, Manuel Cabezalí, Emilio Saiz, Ricky Falkner, Pablo Novoa, Marta Toro, Carlos Sosa, Pablo Pérez, Amaro Ferreiro y Xavi Molero.
La velada comenzaba con Zahara acompañada únicamente de su guitarra, para interpretar Canciones para el tiempo y la distancia de Ferreiro. «La primera vez que interpreté esa canción fue en Búho Real ante 50 personas y no lo había hecho hasta ahora ante 4.000” declaraba antes de presentar a Iván Ferreiro, quien salía para interpretar Leñador y la Mujer América.
Ese fue uno de los puntos fuertes y bonitos de la noche: ver como ambos se versionaban el uno al otro, con los componentes de ambas bandas intercalándose entre canción y canción. Se formaba un conjunto en el escenario que, unido a las luces, hacía una puesta en escena imponente. A las dos primeras canciones les siguieron más geniales creaciones como Tupolev, Guerra y paz, El pájaro azul, Inmaculada decepción y La otra mitad. Acto seguido, Zahara aprovechó para presentar a la primera invitada de la noche (que no pudo asistir en junio a su concierto en el Botánico La Noche de las Astronautas), sacándose así la espinita de que Miren Iza, Tulsa, interpretase ella sola El Diluvio Universal. Precioso además el recuerdo a Antonio Vega con la versión de Lucha de Gigantes entre Iván y Zahara, junto a El Frío y General Sherman y como Sam Bell volvió de la Luna, esta última junto a Ricky Falkner, antes de cederle el testigo con Bueno averno de sus Egon Soda. Llegaba el momento del segundo invitado, para recordar tiempos piratas, Iván animaba a subir al escenario a su antiguo compañero Fon Román, quién, empuñando su guitarra, se sumaba a ese ejercicio nostálgico con Fecha Caducada.
Llegaban momentos de baile con Tú me llevas, con una Zahara pletórica y los sintetizadores abriendo el camino que llegaba a cantar El equilibrio es imposible junto a Dani Martín, tercera sorpresa de la noche, seguida de El pensamiento circular cantada a dúo y volviendo a los momentos más electrónicos junto al bueno de Martí Perarnau IV, con su technobeat en Las Ventanas se Encienden, de su última creación ¿Hay Alguien en Casa?, de Mucho.

Iván Ferreiro, Zahara y Dani Martín. Foto: Patricia Martín
Se atisbaba en el horizonte el clímax final: Zahara daba paso al último invitado, nada más y nada menos que Pucho (Vetusta Morla). La canción elegida para este dúo era nada más y nada menos que Big Bang, una declaración de amor que nos cautivaba a todos, junto a Donde habitan los monstruos, otro viaje al pasado y momento imprescindible con Iván, como es verle en su piano recordando Años 80, a los que siguieron El Deshielo y Como conocí a vuestra madre. Entre Iván y Zahara anunciaban el final del espectáculo, no sin antes Zahara invitar a la bestia a cenar en casa, con un nuevo cuerpo de baile formado por Pucho y Marta Toro. Y de postre final: Turnedo, para desgastar nuestras gargantas junto al saludo al público con Starman de Bowie.

Pucho de Vetusta Morla en el concierto de Zahara e Iván Ferreiro. Foto: Patricia Martín

Pucho de Vetusta Morla en el concierto de Zahara e Iván Ferreiro. Foto: Patricia Martín
Unido a esto último, estos dos titanes de la música abrieron el cielo y pudimos ver las estrellas. Una maravilla de espectáculo que fue ascendente hasta explotar como una supernova. Para este próximo año, podremos seguir viendo a Zahara y su tripulación de astronautas, aunque tendremos que esperar un poquito para volver a ver a Iván. Pero lo que está claro, es que lo que vimos el pasado viernes es muy difícil que se vuelva a repetir, y lo afortunados que hemos sido de ver este momento.
Por un 2020 con más música.

Iván Ferreiro y Zahara. Foto: Patricia Martín