Después de varios meses de espera y altas expectativas en la serie dirigida por Martin Scorsese, Terence Winter y la colaboración de Mick Jagger entre otros, por fin podemos verla en nuestras pantallas.
Los amantes del rock tuvieron la oportunidad de disfrutar de esta cita con la industria musical el 14 de febrero. Durante más de hora y media, en el capítulo piloto desfilan bandas como Led Zeppelin o Little Jimmy Little, entregándose a la escena musical al completo.
Por su parte, Scorsese no nos defraudó. Algunas críticas ensalzan este primer capítulo de la serie como una de las mejores películas del director. No hay duda de que en momentos de la trama podemos reconocer su sello distintivo, sobre todo en el arranque y cierre del capítulo, donde nada tiene que envidiar a filmes como Taxi Driver.
La trama se desenvuelve en el Nueva York de los 70 donde el lema “Sexo, drogas y Rock & Roll” está a la orden del día. Bobby Cannavale interpreta a Richie Finestra, el manager de un sello discográfico que trata de salvar su negocio de esta época plagada de excesos.
¿Inconvenientes de este arranque de temporada? Los innumerables shows musicales como punto fuerte de la serie y los saltos en el tiempo hacen que el espectador se disperse siguiendo el hilo del argumento. Por otra parte, la estética y la figura varonil del protagonista crean ciertas similitudes con Mad Men, otra de las series ambientadas en la época.
No hay duda de que ésta será una de las series del año. Al menos, el primer capítulo no ha defraudado nuestras expectativas y de momento todos los domingos a las 22h los amantes del rock hemos encontrado la mejor formar de despedir el fin de semana.
