Hay algo especial escondido en el simple gesto de pintarse los labios, y más cuando se trata del tono más clásico y femenino: el rojo. Aunque el maquillaje no es algo imprescindible, sí que puede ser nuestro aliado en cuestiones de confianza, es decir, un complemento para nuestra seguridad y amor propio.
El rojo es un color fuerte, que aplicado en los labios nos da un toque alegre y femenino. Pero, además, es un color que sube el ánimo y nos da un impulso de confianza. Muchos lo consideran un tono arriesgado. Por eso, cuando lo llevamos a la calle a plena luz del día, nos hace sentir valientes.
Si crees que a tu ropa le falta algo, prueba a complementarla con unos labios rojos. Un buen carmín puede poner un punto original a cualquier estilo y, además, va con prácticamente todo. Un vestido, unos vaqueros, un mono… ¡Todo vale para el rojo!
Además, este tono es completamente atemporal: para él no pasan los años ni las temporadas, porque ya sea verano o invierno, otoño o primavera, unos labios rojos siempre están a la última.
Trucos para que dure más
No es un color sencillo de llevar y hace falta mantenerlo un poco. La mejor aplicación se hace preparando los labios con un exfoliante y un bálsamo labial. Después, aplica con un pincel con cuidado. Una vez en los labios, quita el exceso con un pañuelo, frota el color por los labios con el dedo y aplica una segunda capa. Repite el proceso de quitar el producto que sobra con un pañuelo y… ¡ya estás lista para comerte el mundo!